Foto extraída de artículo de prensa titulado: "Japon: les "femmes de réconfort" réclament justice"
En estos días, la prensa (ver nota del Japan Times) ha reportado de gestiones entre las autoridades de Japón y de Corea del Sur para lograr que Japón reconozca públicamente su responsabilidad y proceda a indemnizar a las denominadas "mujeres de confort", reclutadas por el Ejército nipon durante la IIa Guerra Mundial para servir de esclavas sexuales, y cuyo número exacto varía según los historiadores y las fuentes. Por parte del jefe de la diplomacia nipona, se ha leído que: "We have been trying to realise the agreement ... to accelerate talks and seek an early settlement. This is part of this effort", segun reporta una nota del Times of India). En otra nota de Europa Press, se lee que la diplomacia japonesa está dispuesta a hacer su "máximo esfuerzo" para lograr un acuerdo con Corea del Sur. Un miembro del equipo negociador coreano citado por la prensa de su país ha dejado a entender que las negociaciones están por llegar a feliz término (ver nota de The Telegraph): "In a diplomatic negotiation, there can never be a 100-0 win,” a South Korean government official told the Joonang Daily newspaper. “The goal is keeping the score 51-49, but making each side think it has won 51”. En un artículo publicado en Corea del Sur (ver nota del Korean Joongang Daily), se lee que: "A historical record of a Japanese state leader’s apology is needed,” said a Foreign Ministry official. “If Japan agrees to this, we can negotiate on the format and specific wordings.”.
BREVES ANTECEDENTES.
En julio de 1992, Japón oficialmente reconoció haber procedido a establecer una red conformada por mujeres asiáticas para su Ejército durante la IIa Guerra Mundial, indicando no obstante no contar con elementos que permitan probar que este reclutamiento fuese forzado.
En esta nota de El Pais (España) se lee que: "Japón reconoció ayer oficialmente que el Gobierno establecido durante la II Guerra Mundial participó en la organización de una amplia red de prostitución con mujeres asiáticas, pero que no se han encontrado pruebas, de que en el reclutamiento se hubiera empleado la fuerza. Koichi Kato, jefe de gabinete del primer ministro Kiichi Miyazawa, declaró que ésta es la conclusión fundamental de las investigaciones hechas por varios departamentos sobre un episodio histórico, que dificulta la normalización en las relaciones con Corea, China y otros países del continente". En diciembre del año 2000, un tribunal internacional ficticio compuesto por juristas y expertos de renombre mundial dictaminó en su sentencia de 265 páginas que Japón debía indemnizar a cada una de las víctimas pertenecientes a la red de "mujeres de confort" (ver nota de prensa del New York Times): el tribunal ficticio estuvo conformado por Carmen Argibay, Christine Chinkin, Gabrielle Kirk MacDonald (Presidente) y Willy Mutunga.
En abril del 2014, se había anunciado un primer acercamiento entre los mandatarios de ambos Estados para negociar un acuerdo sobre este preciso tema (ver nota del Wall Street Journal). En agosto del 2014, un grupo de "mujeres de confort" se reunieron en Seúl con el Papa Francisco en visita oficial (ver nota de El Economista). Desde entonces, se han realizado 11 rondas de negociaciones entre ambos equipos diplomáticos, según la nota del Korean Joongang Daily precitada. El anuncio reciente sobre nuevas gestiones entre ambos Estados se da luego de que la Corte de Constitucionalidad de Corea del Sur se rehusara a examinar, el pasado 23 de diciembre, la constitucionalidad del acuerdo suscrito entre Japón y Corea del Sur en el año 1965 (ver nota del Japan Times). El acuerdo de 1965 (ver texto) no incluye ninguna disposición sobre el tema de las víctimas o de las reparaciones de guerra. En el 2011, el mismo juez constitucional surcoreano había indicado en una sentencia histórica para las víctimas y sus familiares que: "the South Korean government's failure to seek a solution with Japan on compensating the former comfort women "constitutes infringement on the basic human rights of the victims and a violation of the Constitution". (ver nota de prensa). Sobre la decisión del pasado 23 de diciembre del 2015, se leyó por parte de Japón lo siguiente durante una conferencia de prensa a la que partició el jefe de su diplomacia, realizada el 22 de diciembre (ver texto): "Fukai, TBS: Tomorrow the constitutional court of the ROK will issue its verdict in a trial challenging the constitutionality of the Japan-ROK Claims Settlement Agreement. Could you once again explain the Government of Japan’s position, and what your views are on the impact this will have on the Japan-ROK relationship in the future?
Mr. Fumio Kishida, Minister for Foreign Affairs: Firstly, I am aware of the matter that you raise, and since it involves a ruling by the court, I intend to keep a close eye on the judgment. In any event, issues of property and claim rights between Japan and the ROK have been settled completely and finally by the Claims Settlement and Economic Co-operation Agreement between Japan and the ROK. That is the Government of Japan’s position"
Como se recordará, el acuerdo sobre las relaciones entre Corea del Sur y Japón suscrito en 1965 cumplió 50 años, siendo objeto de varios actos protocolarios, reseñados con precisión por parte de Corea del Sur en un reciente comunicado de prensa de su Ministerio de Relaciones Exteriores. En cuanto al acuerdo bilateral más específico sobre bienes, reclamaciones y cooperación económica, firmado en junio de 1965 (ver texto ), fue objeto de una acción ante el juez constitucional coreano. No incluye ninguna disposición relativa a las víctimas de la guerra. Su artículo II considera todo reclamo pendiente resuelto con las compensaciones de Japón, y se lee como sigue: “Article II. 1) The High Contracting Parties confirm that the problems concerning property, rights, and interests of the two High Contracting Parties and their peoples (including juridical persons) and the claims between the High Contracting Parties and between their peoples, including those stipulated in Article IV(a) of the Peace Treaty with Japan signed at the city of San Francisco on September 8, 1951, have been settled completely and finally”.
BREVES DATOS SOBRE LAS "MUJERES DE CONFORT" o "MUJERES DE SOLAZ". Corea del Sur no es el único Estado concerñido por esta red de mujeres asiáticas forzadas por el Ejercito japonés a servir como esclavas sexuales, y en realidad, son varios Estados los afectados por esta práctica.
En una investigación del año 2007 (ver tésis titulada: Comfort Women: Human Rights of Women from
Then to Present" se precisa cuáles son las características de esta práctica del Ejército imperial, en términos que nos ha parecido oportuno reproducir textualmente: "From 1931 to 1945, comfort stations were established in many places where the Japanese
army combated or occupied, including China, Taiwan, Borneo, the Philippines, the pacific
islands, Singapore, Malaya, Burma, Indonesia as well as Japan. Due to the concealment of the
relevant documents by the Japanese government and a long lapse of time after World War II, it is
impossible to estimate the exact number of the comfort women. In accordance with “the
Japanese military plan devised in July 1941, 20,000 comfort women were required for every 700,000 Japanese soldiers, or 1 woman for every 35 soldiers.” As approximately 3.5 million
soldiers were mainly sent to the pacific islands, the estimated number of the comfort women
becomes 100,000. Nearly 80% of these women were the Korean women, and others were
taken from China, Taiwan, Malaysia, Burma, the Philippines and the Dutch East Indies. Most
of the comfort women were also young. According to interviews of surviving women, many of
the women were teenagers, even including an 11-year-old child. Regrettably, it seemed that
the younger women were preferred".
Mapa extraído de artículo de prensa titulado "Las mujeres de confort luchan por escuchar un perdon".
En un informe de una Relatora Especial de Naciones Unidas titulado "La violación sistemática, la esclavitud sexual y las prácticas
análogas a la esclavitud en tiempo de conflicto armado", Documento E/CN.4/Sub.2/1998/13
de junio de 1998, se precisa una cifra de 200.000 mujeres (Apéndice 1, p. 44) al señalarse que: "
"1. Entre 1932 y el final de la segunda guerra mundial, el Gobierno del Japón
y el ejército imperial del Japón forzaron a más de 200.000 mujeres a
someterse a la esclavitud sexual en centros de violación en buena parte de
Asia. A estos centros de violación se ha solido aludir con el eufemismo
inaceptable de "centros de solaz". La mayoría de esas "mujeres de solaz" 1
procedían de Corea, pero también las hubo de China, Indonesia, Filipinas y
otros países de Asia dominados por el Japón. A lo largo del último decenio,
cada vez más mujeres supervivientes de esas atrocidades se han manifestado en
público, tratando de obtener la reparación de esos delitos. El presente
apéndice se ha redactado a partir exclusivamente de los hechos comprobados en
el examen realizado por el propio Gobierno del Japón de la participación de
oficiales del ejército japonés en el establecimiento, la supervisión y el
mantenimiento de centros de violación durante la segunda guerra mundial.
Sobre la base de lo admitido por el Gobierno del Japón, en el apéndice se
trata de evaluar la responsabilidad jurídica de dicho Gobierno por la
esclavitud y violación de las mujeres en los "centros de solaz" durante la
segunda guerra mundial. Aunque las responsabilidades pueden ser de muy
diversa índole, en el presente informe se trata específicamente de la
responsabilidad por los crímenes internacionales más notorios de esclavitud,
crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra. En el apéndice también se
expone el contexto jurídico del derecho penal internacional y se examinan las
demandas de indemnización que pueden presentar las supervivientes". Remitimos al lector a esta exposición de fotografías puesta en línea por El Pais (España) en agosto del 2014 que describe el sufrimiento de estas mujeres sobre las que se sabe poco, recogiendo parcelas de sus vivencias cotidianas, en un intento por mantener viva la memoria de las víctimas de este drama.
LA POSICIÓN DE JAPÓN A LA LUZ DEL DERECHO INTERNACIONAL.
El precitado informe de Naciones Unidas de 1998, en las conclusiones del apéndice 1, indica (página 64) que: "En el presente informe se llega a la conclusión de que el Gobierno del
Japón sigue siendo responsable por graves violaciones de los derechos humanos
y del derecho humanitario, que en conjunto constituyen crímenes de lesa
humanidad. Los argumentos de descargo del Gobierno del Japón, incluidos los
argumentos contra el fundamento jurídico, la norma del derecho humanitario
que prohíbe la esclavitud y la violación, siguen siendo tan poco convincentes
hoy en día como lo fueron cuando se invocaron por primera vez ante el
tribunal de los crímenes de guerra de Nuremberg, hace más de 50 años.
Tampoco es convincente el argumento del Gobierno japonés de que el Japón ya
ha liquidado todas las reclamaciones por la segunda guerra mundial mediante
los tratados de paz y acuerdos de reparaciones posteriores a la guerra".
Al no estar disponile el texto del acuerdo, sino únicamente las declaraciones de ambos cancilleres al respecto, muchas dudas permanecen. El monto exacto del fondo de indemnización acordado entre Japón y Corea del Sur es de 1 billón de yenes japoneses (aproximádamente 8,3 millones de US$). No se conoce cuáles serán las modalidades de atención a las sobrevivientes y a sus familiares (ver nota del South China Morning Post). No se sabe si el reconocimiento formal de la responsabilidad de Japón fue incluída, y bajo que tipo de formulación. Para las víctimas, sería muy dificil aceptar que, a cambio de un monto simbólico de dinero a favor de Corea del Sur y de un reconocimiento parcial de responsabilidad por parte de Japón, ambos Estados se limiten a un "acuerdo" informal intercambiando declaraciones oficiales. Se trata de un álgido tema que ha afectado gravemente y desde muchos años las relaciones entre Japón y Corea del Sur, debido a la negativa de Japón de asumir plenamente las responsabilidades de este drama humano vivido por miles de mujeres de varios países de Asia, que se vieron obligadas a trabajar como esclavas sexuales en las denominadas "estaciones de confort" del Ejército imperial nipón durante la IIa Guerra Mundial. No obstante, y pese al tiempo transcurrido, el ejercicio al que se están librando los equipos negociadores de Corea del Sur y de Japón en estos últimos días del año 2015 bien podría culminar en un primer precedente para muchas víctimas de violaciones graves a los derechos humanos ocurridas en el pasado y que se mantienen impunes.
En el 2014, la diplomacia de Japón sorprendió a algunos, al solicitar que un informe de una relatora de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos de 1996 fuera objeto de una revisión por parte de su autora (ver nota del New York Times). Rechazada la petición japonesa, Corea del Sur manifestó que: "However hard the Japanese government tries to distort the true nature of the comfort women issue and play down or hide the past wrongdoings, it will never be able to whitewash history" (ver nota publicada en The Diplomat). Este tipo de solicitudes, además de ser usualmente desestimadas, constituyen una clara evidencia del temor de un Estado ante cuestionamientos hechos por órganos internacionales de derechos humanos. Varias ONG han hecho ver, desde el punto de vista jurídico, la total inconsistencia de la posición de Japón en años recientes con relación a las obligaciones internacionales contenidas en un sin numero de tratados de derechos humanos ratificados por Japón (ver nota titulada "Japan
The “Comfort Women” Issue" del 2009).
UN RECONOCIMIENTO PÚBLICO ANHELADO POR LAS VICTIMAS Y SUS FAMILIARES. Desde varios años, la estatua de una niña colocada frente a la Embajada de Japón en Seúl espera pacientemente sentada en una banca (ver nota de EuroWon). Su mirada es impasible. En el 2012, una exposición fotográfica a realizarse en Tokyo fue abruptamente suspendida por la empresa patrocinadora Nikon: en días recientes, el fotógrafo surcoreano obtuvo una sentencia a su favor en los tribunales de Japón, condenando al fabricante Nikon (ver nota de Japan Today). Estas y muchas otras humillaciones son las que han tenido que enfrentar las víctimas, sus familiares y las organizaciones que las apoyan desde muchos años. En su entrevista realizada en Francia por Radio France Internationale (RFI) en el 2013 a Kim Bok-dong, de 87 años de edad, la mujer enfatiza en la importancia que reviste para las víctimas surcoreanas el hecho que Japón ofrezca sus disculpas públicas e indemnice a las víctimas: "C'est très simple : il faut que le gouvernement japonais présente ses excuses officielles, mais aussi accorde des indemnisations juridiques. Les Japonais doivent reconnaître leurs crimes historiques. Je ne ressens aucune haine envers les Japonais, je veux juste cette reconnaissance de la vérité historique".
En otra entrevista a otra sobreviviente, Lee Hok-sun, de 88 años de edad, publicada en La Tercera de Chile (ver nota), se lee que: "Los soldados insisten en que las mujeres lo hicieron voluntariamente para ganar dinero. Si fuera por ello no pediríamos que Japón pida perdón”, explica. Pero Lee aclara el foco de su lucha. “No pienso que todo el pueblo japonés es culpable, sólo el gobierno”, señala".
La presente nota fue publicada en una versión mas extensa el 4/01/2016 en Alainet. En una versión más recogida, el 29/12/2015 en Pressenza, y el 28/12/2015 en Periodistas-es.com. Una primera versión extensa fue publicada en Elpais.cr y en Cambio Político el mismo 28/12/2015.
No hay comentarios:
Publicar un comentario