Foto extraída de artículo de prensa sobre la inauguración de la Asamblea General de la OEA
Durante la inaguración de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos iniciada en estos días en Santo Domingo, el Presidente Danilo Medina de República Dominicana indicó en su discurso inaugural (ver texto del discurso en boletín de la Presidencia de República Dominicana) que: "En nombre del pueblo dominicano y en el mío propio, les propongo a todos ustedes que durante este período ordinario de sesiones, se apruebe una resolución de desagravio a la República Dominicana por el rol desempeñado por la OEA durante la Revolución de Abril de 1965” /.../
“Tengo el convencimiento de que este es el mejor momento y el más apropiado lugar para llevar a cabo este acto de justicia, verdad y reconciliación”".
Como se recordará, la OEA ha jugado un papel bastante cuestionable en el pasado ante intervenciones en uno de sus Estados Miembros. En este análisis de la profesora Sonia Alda Mejías (IUGM), se lee que "la organización no se manifestó ante la
intervención norteamericana en Guatemala, en 1954, ni respecto a la invasión de Playa Girón en
1961 y sin embargo respaldó el bloqueo económico y las sanciones diplomáticas a Cuba (de
acuerdo al art. 6 del TIAR) y aprobó en 1965 la constitución de las Fuerzas Interamericanas de
Paz en República Dominicana de acuerdo a las directrices norteamericanas". Sobre estas últimas, y el envío de 42.000 efectivos militares norteamericanos a República Dominicana, referimos al lector al estudio en inglés (en particular páginas 41 y subsiguientes) realizado por dos oficiales norteamericanos, Major Jack K. Ringler (USMC) y Henry I. Shaw (Jr): en las conclusiones, ambos autores indican, entre varias lecciones para el futuro (página 54) que: "The second lesson is the fact that this was not primarily a military combat
action in the traditional sense, but a political-military operation, with certain
restrictions being placed upon the military commanders, putting them at a
tactical disadvantage. U.S forces had the clearly identifiable mission during
the initial days of the crisis of protecting and evacuating U S and foreign
nationals. This was to change later as political considerations created by U.S.
and OAS policies clouded their mission. Military commanders, both on the
scene and those in high positions in Washington, had to be prepared to exercise
judgment in both military and political fields. It became apparent that military
commanders, in addition to being competent in their own military fields, have
to be prepared to take on the trappings of a diplomat".
Salvo error de nuestra parte, es la primera vez en la historia que un Jefe de Estado exige públicamente a la OEA reconocer sus errores por avalar intervenciones en abierta violación al principio de no intervención en asuntos internos proclamado en la misma Carta de la OEA de 1948. Tratándose en este caso del Estado que hospeda a la reunión anual de tres días de los demás Estados Miembros de la OEA, la solicitud dificilmente pueda ser ignorada por estos últimos. En agosto del 2015, el actual Secretario General de la OEA se había manifestado en ese sentido (ver nota de prensa). En esta nota de prensa se lee que para el máximo representante de la OEA: "Es imprescindible que la OEA cumpla con los postulados fundamentales y asumir posiciones históricas y postular para que hechos del pasado no ocurran nunca más y asumir la verdad, no para reparar el pasado sino como legado de las generaciones venideras. Es por eso que como secretario general deploro los actos de la organización que validaron en 1965 la invasión en la República Dominicana y la intervención en este país". La solicitud del Presidente Danilo Medina esta vez va dirigida a los 34 delegados de los Estados Miembros de la OEA, entre los cuales se cuentan 27 Ministros (ver listado detallado de los jefes de delegaciones presentes en Santo Domingo).
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Extracto del discurso (ver texto completo) del Presidente de República Dominicana:
"Para que esta organización pueda jugar este papel tan vital en nuestro futuro, es necesario también que volvamos la vista con actitud reflexiva y autocrítica hacia el pasado de la propia OEA.
Por eso, en nombre del pueblo dominicano y en el mío propio, les propongo a todos ustedes que durante este período ordinario de sesiones,se apruebe una resolución de desagravio a la República Dominicana por el rol desempeñado por la OEA durante la Revolución de Abril de 1965.
Como ustedes recordarán, mi país sufrió una invasión que en aquel momento fue legitimada por uno de los mecanismos de la OEA. Esta invasión abortó el proceso democrático que se había iniciado con la elección como Presidente de nuestro admirado lider, el profesor Juan Bosch, impidiendo así el retorno al orden constitucional, legítimamente establecido en el 1963.
Volver a caminar por esta senda constitucional nos costaría a los dominicanos mucho tiempo, mucho esfuerzo y muchos sufrimientos. Esta nefasta violación de la soberanía legítima de los dominicanos, producida en 1965 causó muerte, dolor e indignación en nuestro pueblo. Es una herida aún abierta para muchos y que solo podrá sanar mediante el reconocimiento de lo sucedido por parte de la OEA y la petición de perdón que merece nuestra ciudadanía.
Nuestra Patria y nuestra democracia merecen este acto de dignidad, respeto y es mi obligación, como Jefe de Estado, solicitar a esta asamblea saldar la deuda histórica con el pueblo dominicano
Conocemos bien el contexto histórico en el que se dio la invasión. Eran los años de enfrentamiento entre bloques. Eran los años en los que las relaciones entre EEUU y Cuba eran prácticamente de guerra. Eran los años en los que el conflicto interno de Colombia apenas comenzaba.
Esa es una triste página de la historia que hoy, todos juntos, estamos cerca de pasar porque con diálogo, con paciencia y con la verdad por delante estamos cerrando viejas heridas de nuestro continente.
Eso es, precisamente, lo que queremos los dominicanos. Curar, cerrar ciertas heridas, dar paz al doloroso recuerdo de nuestros mayores, abrir nuevos caminos de esperanza a las nuevas generaciones. Tengo el convencimiento de que este es el mejor momento, el más apropiado lugar para llevar a cabo este acto de justicia, verdad y reconciliación.
Estamos seguros que la Organización de Estados Americanos esta en las mejores condiciones para asumir esa responsabilidad
".
La presente nota fue publicada en Periodistas-es el 14/06/2016.
ENGLISH VERSION
President of Dominican Republic, Danilo Medina, asked at the inauguration of the General Assembly of the Organization of American States (OAS) to pay its historical debt to Dominican Republic, for approving the military invasion that took place in April, 1965 during which 42.000 US military members have been sent. President Medina indicated that OAS must recognize mistakes commited in the past and adopt a resolution of apology to the Dominican people.
In the past, OAS has had a quite questionable attitude towards interventions in the hemisphere in some Member States. In this article of Profesor Sonia Alda Mejías (IUGM), we read that: "la organización no se manifestó ante la
intervención norteamericana en Guatemala, en 1954, ni respecto a la invasión de Playa Girón en
1961 y sin embargo respaldó el bloqueo económico y las sanciones diplomáticas a Cuba (de
acuerdo al art. 6 del TIAR) y aprobó en 1965 la constitución de las Fuerzas Interamericanas de
Paz en República Dominicana de acuerdo a las directrices norteamericanas". On this very last point related to US involvement in Dominican Republic crisis in 1965, we refer to this article (in particular pages 41 and ss) written by two US military top officials, Major Jack K. Ringler (USMC) and Henry I. Shaw (Jr): in their conclusions on "lessons to be learned" (page 54), we read that: "The second lesson is the fact that this was not primarily a military combat
action in the traditional sense, but a political-military operation, with certain
restrictions being placed upon the military commanders, putting them at a
tactical disadvantage. U.S forces had the clearly identifiable mission during
the initial days of the crisis of protecting and evacuating U S and foreign
nationals. This was to change later as political considerations created by U.S.
and OAS policies clouded their mission. Military commanders, both on the
scene and those in high positions in Washington, had to be prepared to exercise
judgment in both military and political fields. It became apparent that military
commanders, in addition to being competent in their own military fields, have
to be prepared to take on the trappings of a diplomat".
In his official speech (see full text in Spanish), the President of Dominican Republic made last June 13 in front of delegates of the 34 Member States of OAS (including 27 Ministers) the following statement:
"Para que esta organización pueda jugar este papel tan vital en nuestro futuro, es necesario también que volvamos la vista con actitud reflexiva y autocrítica hacia el pasado de la propia OEA.
Por eso, en nombre del pueblo dominicano y en el mío propio, les propongo a todos ustedes que durante este período ordinario de sesiones,se apruebe una resolución de desagravio a la República Dominicana por el rol desempeñado por la OEA durante la Revolución de Abril de 1965.
Como ustedes recordarán, mi país sufrió una invasión que en aquel momento fue legitimada por uno de los mecanismos de la OEA. Esta invasión abortó el proceso democrático que se había iniciado con la elección como Presidente de nuestro admirado lider, el profesor Juan Bosch, impidiendo así el retorno al orden constitucional, legítimamente establecido en el 1963.
Volver a caminar por esta senda constitucional nos costaría a los dominicanos mucho tiempo, mucho esfuerzo y muchos sufrimientos. Esta nefasta violación de la soberanía legítima de los dominicanos, producida en 1965 causó muerte, dolor e indignación en nuestro pueblo. Es una herida aún abierta para muchos y que solo podrá sanar mediante el reconocimiento de lo sucedido por parte de la OEA y la petición de perdón que merece nuestra ciudadanía.
Nuestra Patria y nuestra democracia merecen este acto de dignidad, respeto y es mi obligación, como Jefe de Estado, solicitar a esta asamblea saldar la deuda histórica con el pueblo dominicano
Conocemos bien el contexto histórico en el que se dio la invasión. Eran los años de enfrentamiento entre bloques. Eran los años en los que las relaciones entre EEUU y Cuba eran prácticamente de guerra. Eran los años en los que el conflicto interno de Colombia apenas comenzaba.
Esa es una triste página de la historia que hoy, todos juntos, estamos cerca de pasar porque con diálogo, con paciencia y con la verdad por delante estamos cerrando viejas heridas de nuestro continente.
Eso es, precisamente, lo que queremos los dominicanos. Curar, cerrar ciertas heridas, dar paz al doloroso recuerdo de nuestros mayores, abrir nuevos caminos de esperanza a las nuevas generaciones.
Tengo el convencimiento de que este es el mejor momento, el más apropiado lugar para llevar a cabo este acto de justicia, verdad y reconciliación.
Estamos seguros que la Organización de Estados Americanos esta en las mejores condiciones para asumir esa responsabilidad
"
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