Informar al mundo sobre lo que ocurre en Gaza: el
cerco persistente que Israel intenta mantener
Nicolas Boeglin, Profesor de Derecho
Internacional Público, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica (UCR):
contacto: nboeglin(a)gmail.com
El asesinato deliberado por parte de Israel de seis
periodistas en Gaza el pasado 10 de agosto, provocó reacciones de repudio en
todo el mundo por parte de diversos Estados y de organizaciones internacionales:
el mutismo total por parte del aparato diplomático de Costa Rica, puede
ser comparado al comunicado oficial de Chile condenando a Israel por asesinar
en Gaza a seis profesionales de la comunicación (véase texto),
o bien al comunicado de España (véase texto), de Francia (véase comunicado
oficial) o al de Noruega (véase texto),
entre muchos más.
Es de notar que días antes, desde el mismo sitio del
Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, un comunicado
oficial de esta entidad señalaba (véase texto
de su comunicado del 31 de julio del 2025) que:
“Killings, attacks,
arbitrary detention and harassment of Palestinian journalists and the
destruction of press facilities and equipment in Gaza and the West Bank are
part of a deliberate strategy of Israel to suppress the truth, obstruct the
documentation of international crimes and bury any possibility of future
accountability”
Dado que al parecer, en Costa Rica algunos decisores
políticos y gremiales no tienen mayor conocimiento sobre lo que ha dicho
Naciones Unidas sobre la muerte reiterada de periodistas palestinos en Gaza así
como en Cisjordania, no está de más recordar lo que se leyó desde ese
mismo sitio del Alto Comisionado para los Derechos Humanos en el mes de febrero
del 2024, por parte de cinco expertos en derechos humanos de Naciones Unidas
(véase comunicado
de prensa del 1ero de febrero del 2024):
“We have received
disturbing reports that, despite being clearly identifiable in jackets and
helmets marked “press” or travelling in well-marked press vehicles, journalists
have come under attack, which would seem to indicate that the killings, injury,
and detention are a deliberate strategy by Israeli forces to obstruct the media
and silence critical reporting,” the UN experts said.
“In times of conflict,
the right to information is a ‘survival right’ on which the very lives of
civilians depend, and journalists play an indispensable role as a vital source
of information, and as human rights defenders and witnesses to atrocities,
reporting on violations and abuses of international humanitarian law and human
rights”.
Seis profesionales de la información de muchos más
Se trata de seis profesionales de la comunicación palestinos
eliminados físicamente de manera deliberada e intencional por parte de Israel que
vienen a añadirse a una larga lista de periodistas asesinados de manera
reiterada desde la misma tarde/noche del 7 de octubre del 2023: ya alcanzan a
197 profesionales fallecidos según el CPJ (véase enlace en
el que se registran los ataques de Israel contra periodistas en Gaza del Committee
for the Protection of Journalists).
Con relación a nuestros estimables lectores costarricenses,
en particular los profesionales de la comunicación, los invitamos a comparar, a
modo de ejemplo, el contenido del texto de la Asociación Nacional de
Periodistas de Perú / ANP (véase comunicado)
o el de la Asociación de Periodistas de Guatemala / APG (véase comunicado)
o el de la Asociación Nacional Boliviana de Periodistas /ANPB (véase comunicado)
con el texto del comunicado del Colegio de Periodistas de Costa Rica /COLPER
(véase texto):
en este último, no aparece en ninguna parte el verbo "condenar"
o el verbo "repudiar" sino únicamente "hacer un
llamado". Extraño, ¿verdad?
Cabe además precisar para quienes nos leen desde otra
latitudes, que desde el 7 de octubre del 2023 (con 197 periodistas palestinos
asesinados en Gaza por el ejército de Israel), este comunicado del COLPER es el
primero sobre Gaza: han pasado casi 23 meses de asesinatos semanales o casi de
periodistas palestinos en Gaza ¿sin que el COLPER encuentre manera de
condenarlos? El hallazgo nos ha parecido, en lo personal, bastante sorprendente
y la pregunta, bastante válida: ameritaría, como mínimo, una explicación.
En el mes de abril del 2024, con más de un centenar de
periodistas asesinados en Gaza, una excitativa había sido hecha al mismo COLPER
por parte de la organización Red de
Solidaridad con Palestina / Costa Rica. En una respuesta bastante escueta
(véase artículo
publicado en el Semanario Universidad),
el COLPER indicó, entre otras cosas que:
“La Junta
Directiva no estima tener competencia para pronunciarse sobre un complejo
conflicto político y militar con funestas y lamentables consecuencias humanas”.
Una prensa en Gaza ultimada, al tiempo que se impide el acceso a la
prensa internacional a Gaza por parte de Israel
Es de notar que el pasado 21 de agosto, una coalición de
Estados condenó el asesinato deliberado de periodistas en Gaza por parte de
Israel y exigió que la prensa internacional pueda ingresar a Gaza para
documentar e informar al mundo de lo que ahí ocurre.
Entre los 29 suscriptores de la declaración
denominada "Media Freedom Coalition Statement on Foreign Media
Access to Gaza", entre los que figuran Canadá y Costa Rica
(véase enlace),
se lee que:
"We call on the Israeli authorities and all other
parties to make every effort to ensure that media workers in Gaza, Israel, the
West Bank and East Jerusalem – local and foreign alike – can conduct their work
freely and safely. Deliberate targeting of journalists is unacceptable.
International humanitarian law offers protection to civilian journalists during
armed conflict".
Por alguna razón, esta declaración conjunta ha sido colgada
en los sitios oficiales de los aparatos diplomáticos de Australia (véase enlace)
o de Italia (véase enlace),
pero no lo ha sido en el de Costa Rica. Extraño, ¿verdad?
El pasado 25 de agosto, nuevamente Israel asesinó a cinco
periodistas al disparar contra un hospital en Gaza (véase nota de
la BBC): desde Costa Rica no se apreció ni se divulgó un comunicado similar al
de Chile (véase comunicado
oficial del 26 de agosto) o bien al de España (véase comunicado). Este 5 de septiembre, la agencia de noticias internacionales AP desmintió las afirmaciones de Israel sobre la supuesta "amenaza" detectada por la presencia de una cámara en la parte alta del edificio: véase nota de prensa de AP y video con evidencia fehaciente del "double tap strike", una técnica del ejército israelí que consiste en disparar en un punto determinado de un inmueble, esperar varios minutos que socorristas y periodistas lleguen, así como lugareños aún válidos, para disparar una segunda vez con un proyectil de mayor potencia que el primero vez (según una investigación de la BBC - véase artículo - fueron cuatro disparos en dos puntos determinados del mismo inmueble con intervalos de 8-9 minutos los observados en este ataque del 25 de agosto).
En cuanto al COLPER, nuevamente su mutismo sobre este nuevo
asesinato deliberado de cinco periodistas plantea interrogantes muy válidas con
relación a su entendimiento y a su comprensión sobre la deliberada estrategia
de Israel de eliminar físicamente a profesionales de la comunicación en Gaza
que informan al mundo de lo que ahí ocurre.
Más recientemente (4 de septiembre del 2025), se leyó en un
comunicado de prensa oficial del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de
Naciones Unidas, la alerta que lanzaron al resto de la comunidad internacional
dos expertos en derechos humanos de Naciones Unidas (véase texto completo) al advertir
que:
“On the one hand,
Israel continues to deny access to any international media and on the other, it
kills with impunity local journalists who are the world’s only professional
lens into the agony of genocide and famine unfolding in Gaza,” the experts
said.
“Even as the
journalists starve, lose family members, sleep in tents and get targeted by the
Israeli military like the rest of Gaza’s population, they have continued to
courageously bear witness to atrocities committed by the Israeli military,”
they said.”
Un notable esfuerzo de periodistas israelíes
Es de señalar que en marzo del 2025 un medio israelí realizó
un extenso reportaje sobre el hecho que Israel consideraba también como objetivos
militares a los comunicadores palestinos a cargo de la manipulación de drones:
en un extenso reportaje
(cuya lectura se recomienda) titulado “How
operating drones became a death sentence for Gaza’s journalists”, se lee,
entre otras cosas de enorme interés, que:
“The Israeli army
claimed that these strikes were aimed at “terrorists” — two of whom were
operating a drone — and issued an
error-filled list of names and photos of the people it alleged were killed in
the attack. Al-Basos is neither mentioned nor pictured in the list of
“terrorists,” but it does include a name that resembles his, belonging to an
individual described by the Israeli army as “a Hamas terrorist operating under
journalistic cover.” Based on our research, the individual named by the army
has no direct link with Al-Basos and was not killed in the strike”.
Fue este mismo medio israelí, que al parecer tiene acceso a
documentos confidenciales internos del ejército en Israel, el que había dado a
conocer al mundo, en abril del 2024, la existencia del programa informático
"Lavender": véase su artículo titulado
" ´Lavender´: The AI machine directing Israel´s bombing spree in Gaza"
(edición del 3 de abril del 2024).
Con relación a un tribunal internacional que preocupa a
diversos círculos políticos, tanto en Israel como en Estados Unidos, fue siempre
este mismo medio de prensa israelí el que, en mayo del 2024, dio a conocer
la existencia de un programa de monitoreo de Israel permanente y ello desde
varios años, sobre el personal y las computadoras de la Corte Penal Internacional
(CPI): véase al respecto artículo ,
editado el 28 de mayo del 2024, titulado "Surveillance
and interference: Israel´s covert war on the ICC exposed ", cuya
lectura (y re-lectura) completa se recomienda.
Al leerlo, vienen a la memoria un sinfín de omisiones,
contradicciones y titubeos desde el punto de vista procesal observados, en
particular por parte del primer Fiscal de la CPI, cuando su oficina fue
solicitada por Palestina en el 2009 (luego de que Palestina reconociera la
jurisdicción de la CPI: véase documento del
21 de enero del 2009).
A modo de conclusión
Esperamos que el esfuerzo valiente de estos periodistas de investigación
israelíes por informar al mundo sobre lo que ha hecho y sigue haciendo Israel
en Gaza, así como la labor periodística que realizan comunicadores desde la
misma Gaza en condiciones muy peligrosas para sus vidas y para la de sus seres
queridos, sean ampliamente difundidos y conocidos por la opinión pública
internacional.
En cuanto a Costa Rica, el mutismo de su aparato diplomático
plantea una serie de interrogantes, así como la incapacidad de una entidad
gremial profesional como el COLPER para expresar su solidaridad con sus
homólogos palestinos en Gaza y condenar a un Estado que busca desesperadamente
tener el monopolio de la verdad sobre lo que ocurre en Gaza.