El pasado 27 de febrero, Colombia emitió un comunicado oficial en el que lamentó la decisión de las autoridades de China de proceder a la ejecución de uno de sus ciudadanos, Ismael Arciniegas Valencia. Este colombiano de 74 años de edad, oriundo del Valle del Cauca, fue acusado por narcotráfico (véase texto del comunicado oficial reproducido al final de esta nota). Se trata de una persona que reconoció ante los jueces haber cargado cuatro kilos de droga a cambio de cinco mil dólares. Colombia realizó diversas gestiones ante las autoridades de China, en aras de suspender la pena capital a su nacional, sin lograr éxito alguno.
En la actualidad cuatro nacionales de Colombia se encuentran también procesados por este mismo tipo de delitos en China.
En su comunicado, Colombia precisa que: "Si bien el Estado colombiano reconoce el derecho soberano que tienen los países de establecer y aplicar su legislación en materia penal, reitera categóricamente su posición en contra de la pena de muerte y reafirma la inviolabilidad del derecho a la vida, derecho que ha sido reconocido en diversos instrumentos internacionales suscritos por nuestro país sobre la materia.
Actualmente, hay 15.034 reclusos alrededor del mundo de los cuales el 56.7% se encuentran detenidos por delitos de narcotráfico, lo que equivale a 8.526 presos"
No cabe duda que esta ejecución constituye para Colombia un verdadero desafio, ante la posibilidad de que otros de sus nacionales capturados en China por el mismo tipo de delito, puedan sufrir la misma pena. En esta nota de prensa del 2015, se estimaba que 144 colombianos alrededor del mundo enfrentaban la pena capital o la condena perpetua, en Estados como China, Cuba y Qatar. De los 32 Estados cuyos códigos penales incluyen la pena capital registrados en esta nota de prensa, se incluye, en el hemisferio americano a Cuba y a Estados Unidos.
Texto del comunicado oficial de Colombia, emitido el 27 de febrero del 2017
El Ministerio de Relaciones Exteriores, en nombre del Gobierno de Colombia, lamenta la decisión tomada por las autoridades judiciales de la República Popular China, de ejecutar a Ismael Arciniegas Valencia
El Ministerio de Relaciones Exteriores, en nombre del Gobierno de Colombia, lamenta profundamente la decisión tomada por las autoridades judiciales de la República Popular China, de ejecutar a Ismael Enrique Arciniegas
El Ministerio de Relaciones Exteriores, en nombre del Gobierno de Colombia, lamenta profundamente la decisión tomada por las autoridades judiciales de la República Popular China, de ejecutar a Ismael Enrique Arciniegas Valencia, detenido en ese país, a pesar de las reiteradas peticiones de clemencia y las varias solicitudes presentadas al Gobierno chino para que su sentencia de muerte fuera conmutada.
El connacional, que se encuentra recluido en una prisión en la ciudad Guangzhou y quien fue condenado a pena de muerte tras haber reconocido que llevaba casi cuatro kilos de droga que le pidieron traficar a cambio de 5 mil dólares, ha sido asistido por los Consulados de Colombia en Beijing y Guangzhou, desde su detención, registrada a mediados de 2010, hasta la fecha.
Desde el momento de su condena, a través de varias gestiones diplomáticas originadas desde la Cancillería, del envío de notas diplomáticas, de gestiones del Embajador de Colombia en China, y ante el Embajador de China en Colombia, se solicitó reiteradamente se reconsiderara la pena impuesta y la suspensión de la ejecución. A pesar de las múltiples solicitudes, el Tribunal Popular Superior de la Provincia de Guangdong informó en los últimos días que el connacional será ejecutado en las próximas horas. El Ministerio de Relaciones Exteriores continuará adelantando, hasta el último momento, gestiones al más alto nivel para lograr que se reconsidere esta decisión.
Si bien el Estado colombiano reconoce el derecho soberano que tienen los países de establecer y aplicar su legislación en materia penal, reitera categóricamente su posición en contra de la pena de muerte y reafirma la inviolabilidad del derecho a la vida, derecho que ha sido reconocido en diversos instrumentos internacionales suscritos por nuestro país sobre la materia.
Actualmente, hay 15.034 reclusos alrededor del mundo de los cuales el 56.7% se encuentran detenidos por delitos de narcotráfico, lo que equivale a 8.526 presos. En China hay cinco colombianos condenados a pena de muerte por este delito (tres sentencias ratificadas y dos en espera de la apelación), 10 a pena de muerte con suspensión por dos años, y 15 a cadena perpetua.
El Gobierno colombiano seguirá haciendo todas las gestiones que estén a su alcance para proteger los derechos de sus ciudadanos, pero no puede garantizar ni la repatriación en todos los casos, ni la no aplicación de la pena de muerte en aquellos países que tienen establecido este castigo. Colombia ha logrado la repatriación efectiva de 172 connacionales, seis de los cuales se alcanzaron por razones humanitarias.
Reiteramos el llamado a los colombianos para que no se dejen convencer de los traficantes; una condena afecta a todos los integrantes de una familia. China es uno de los 34 países donde el narcotráfico es considerado un delito grave y es castigado incluso con cadena perpetua o pena de muerte. La pena se aplica sin distinción de nacionalidad. Aunque la información sobre ejecuciones es confidencial en China, registros de prensa arrojan que desde 2010 se han ejecutado por delitos relacionados con narcotráfico nacionales de Corea del Sur, Reino Unido, Japón, Canadá y Filipinas.
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